Con 40 pisos de altura y construido por Bouygues Batiment International, en colaboración con el laboratorio de construcción modular Dragages Singapore, Clement Canopy es la torre más alta del mundo construida con elementos modulares. El diseño corrió a cargo del estudio ADDP Architects.
El proyecto consiste en dos edificios de vivienda y está ubicado en el centro de un distrito residencial y estudiantil de Singapur. Las torres de 140 metros de altura cada una y compuestas por 1,899 módulos en total, albergan 505 departamentos residenciales de lujo.
El complejo, rodeado de agua y vegetación, cuenta también con amenidades para los residentes, como un gimnasio, tres piscinas de entrenamiento, canchas de tenis, spa, un área de juegos infantiles, asador y una casa club.
La construcción consistió en dos fases. En primera instancia los módulos fueron prefabricados en Senai, Malasia, mientras que en Tuas, al oeste de Singapur, se llevaron a cabo los trabajos internos de plomería, servicio eléctrico, pintura, impermeabilización y colocación de azulejos. Posteriormente, los módulos fueron transportados al terreno de construcción y apilados para formar la estructura final, lo que significó un desafío en técnica y estética.
La construcción modular trae consigo grandes ganancias, ya que al industrializar gran parte del proyecto, y construirlo fuera de sitio, mitiga la pérdida de tiempo por posibles malas condiciones climáticas.
Además, se puede cuidar a detalle la calidad de cada módulo, resolviendo con mayor facilidad cualquier tratamiento o defecto, y teniendo como resultado una estructura final que cubre las necesidades de los usuarios.
Los expertos también aseguran que este método de construcción reduce hasta en un 70% los desechos, generando un menor impacto ambiental.
Fotografías: Dragages Singapore