No existe duda de que la pandemia activó nuevas formas de trabajar y de vivir para todos. Como consecuencia, el espacio de trabajo tuvo que reinventarse por completo en el ámbito corporativo. Mientras que, en el ámbito residencial, se propició el impulso de nuevos nichos de mercado que auguran grandes oportunidades de negocio en el futuro próximo.
¿Qué papel juegan el coworking, coliving y cohousing en este escenario? Es lo que veremos a continuación.
Hoy en día, con certeza podemos decir que modelos como el coworking, coliving y cohousing están en auge. A pesar de que ya existían antes de la aparición del COVID-19, la pandemia ha sido un catalizador en su desarrollo y expansión, convirtiéndolas en opciones muy interesantes para ciertos segmentos poblacionales.
Especialmente en las nuevas generaciones (millennials y centennials), que buscan una evolución en la convivencia generada en sus espacios de trabajo y de vivienda. Pero antes de continuar, recordemos algunos conceptos.
El coworking es un modelo de negocio que nació respondiendo a la necesidad económica de emprendedores y microempresarios para disponer de un espacio corporativo con buena ubicación a un precio más accesible que los alquileres tradicionales de los grandes edificios.
Al estar constituidos bajo la premisa de colaborar y compartir, los coworkings fomentan el intercambio de ideas y la formación de relaciones profesionales entre personas de distintos equipos de trabajo e inclusive de distintas empresas.
Podríamos definir al coliving como una evolución del coworking a nivel vivienda. ¿La razón? Este modelo residencial está basado en fomentar el desarrollo profesional de la comunidad a través de espacios y experiencias compartidas.
Generalmente, el coliving suele agrupar a profesionistas jóvenes con perfiles e intereses similares que están en búsqueda de un estilo de vida flexible y dinámico, en el cual la adquisición de un inmueble no es una prioridad.
Por otra parte, el cohousing es un modelo de vivienda comunitaria que surgió desde los años 60. Está compuesto por casas privadas que comparten extensos espacios comunales, tales como gimnasio, área de juegos, lavandería, comedor, etc.
En él, las comunidades están intencionalmente diseñadas para fomentar la interacción entre los residentes, además de promover un modelo de sostenibilidad ecológica y financiera.
Aunque podría pensarse que el objetivo de ambos modelos es prorratear gastos para obtener beneficios económicos, la principal diferencia entre uno y otro radica en su concepto.
Mientras que el coliving es un modelo que responde a las necesidades de una vivienda temporal para los profesionales del mundo moderno, el cohousing es un modelo residencial pensado a largo plazo, en el cual su diseño y planeación va acorde a las necesidades y valores de la comunidad.
Debido a que, tanto empresas como individuos, buscan reducir costos en la actualidad, las expectativas para el cohousing, coworking y coliving como oportunidades de negocio son muy altas a futuro.
En primer lugar, no podemos dejar de señalar que estos modelos cada vez están interactuando más gracias al avance tecnológico generado por la pandemia. En el cual, todos nos vimos orillados a incrementar nuestra interacción con medios digitales.
Ante esta situación, la tendencia apunta al desarrollo de espacios de trabajo y de vivienda que integren nuevas tecnologías para garantizar la conectividad que los usuarios hoy en día requieren.
Por otro lado, la movilidad también es un tema importante a considerar. Actualmente, muchas personas buscan evitar los largos traslados que las grandes urbes suelen implicar. De esa forma, aunado a la flexibilidad brindada por el trabajo remoto, se presenta la oportunidad de que modelos como el cohousing, coworking y coliving ayuden a satisfacer dichas necesidades.
Si bien en México la forma de trabajo se había mantenido, hasta cierto punto, bajo un esquema tradicional donde era necesario asistir de manera presencial, la contingencia del COVID-19 llegó a romper el paradigma que negaba que los colaboradores podían ser igual de productivos trabajando a distancia.
Bajo ese contexto, el coworking en México representa una alternativa para fomentar una mayor flexibilidad operativa en las empresas al ofrecer la posibilidad de implementar diversas “oficinas satélite” a lo largo de las ciudades o, incluso, del país entero.
En cuanto al mercado de vivienda, es innegable que las generaciones más jóvenes buscan nuevas experiencias acordes a sus patrones de vida; para las cuales, el coliving y el cohousing se vuelven opciones muy atractivas.
Así, la reinvención de los espacios de trabajo y de vivienda no solo deriva en grandes oportunidades de inversión, sino también en una nueva manera de planear el desarrollo urbano e inmobiliario. Coworking, coliving y cohousing, sin duda, el futuro que ya está aquí.
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