En entrevista con Fernando Gutiérrez, Director General de GAYA, habla sobre los cambios en los espacios de oficina debido a las nuevas necesidades del mercado y la entrada de los millennials al sector inmobiliario.
Los millennials de hoy no se preocupan por tener una vivienda a menos que estén casados. Lo que más desean es libertad y flexibilidad. Están redescubriendo su posición como seres humanos y rechazando concepciones y prácticas socioeconómicas del pasado. Los jóvenes buscan novedades, lugares que generen sentido de pertenencia, que tengan alta capacidad tecnológica y que cuenten con mucha ventilación debido al COVID-19. Esto requiere proyectos completamente diferentes a lo que se construía anteriormente. La sensibilidad hacia estos cambios es muy importante para el mercado inmobiliario.
Durante los últimos tres años, todos hemos migrado de nuestra forma de vida anterior. Somos más conscientes de lo que hacemos y estamos menos atrapados en una forma de vida tradicional. Esto ha generado un cambio. Ahora, nadie quiere viviendas en el mercado grande y mediano. Todo el mundo quiere espacios pequeños y flexibles. Además, la tecnología nos permite redescubrir dónde ya está el valor intrínseco y dónde podemos crearlo aún más. Hoy en día, los jóvenes quieren la flexibilidad de poder moverse. Prefieren las experiencias de vida a tener una casa o un coche en propiedad.
La digitalización es una herramienta que ha inspirado este cambio, pero el verdadero cambio está viniendo de la propia sociedad. Antes, el gobierno o las empresas dictaban la forma de vivir de las personas. Ahora, lo hace el individuo. El segmento de mercado al que dirigirse no está tan claro como antes. Generar nuevas propuestas y servicios es prácticamente imposible. Con el tiempo, surgirán nuevos patrones, pero es imposible clasificar cómo esto definirá los espacios de vida y trabajo.
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