¿Quién no ha experimentado alguna vez cierta especie de malestar en la espalda o en el cuello luego de una larga jornada laboral?
Por muchos años se han realizado diversos estudios acerca de la importancia de la ergonomía en los muebles de los espacios de trabajo, ya que como sabemos, laborar en condiciones antiergonómicas puede causar serias afectaciones en el cuello, las muñecas, la espalda e incluso en las piernas.
Un ejemplo común y que seguramente conoces es el Síndrome del Túnel Carpiano; en el cual, el nervio mediano sufre un daño a raíz de una mala posición de muñecas al momento de trabajar en la computadora.
Es por ello que debemos asegurarnos de que nuestros espacios de trabajo cuenten con un mobiliario ergonómico de calidad para evitar presentar este tipo de afectaciones.
Antes que todo, los elementos básicos de un espacio de trabajo ergonómico son: un buen escritorio y una buena silla. ¿Qué implica esto?
El escritorio debe tener una altura apropiada y de preferencia debe ser con borde degradado, es decir, que no sea una mesa rectangular que corte la circulación de las muñecas.
Ahora bien, ya que la mayoría de los escritorios vienen con una altura estándar, la silla se convierte en lo más importante a considerar para nuestro espacio de trabajo en casa.
Asegúrate de que tu silla tenga un diseño ergonómico de calidad al ofrecer un buen soporte lumbar, así como la capacidad de ajustar tanto la altura como la profundidad del asiento para evitar que corte la circulación de tus piernas.
La adaptabilidad, sin duda, es una característica esencial de un mueble ergonómico de calidad, puesto que si partimos del hecho de que ninguna persona es idéntica a otra, es fundamental que brinde la opción de ajustarlo conforme a la proporción y altura de tus piernas, codos, brazos, etc. para que verdaderamente cumpla con su cometido.
De esta manera, minimizarás la probabilidad de terminar tu día con dolor de espalda, cuello o rodillas; aún a pesar de haber pasado más de 8 horas sentado trabajando.
Otra consideración importante para cuidar la ergonomía de nuestro espacio de trabajo es la posición de la computadora. Si tú trabajas con una laptop, lo más recomendable es que la coloques en un porta computadoras u otro tipo de soporte para elevarla a una altura donde puedas ver la pantalla de frente y así evites torceduras o lesiones en el cuello por estar agachado.
En este caso, lo ideal es que cuentes con un teclado inalámbrico que esté ubicado a la altura de tus manos sobre el escritorio, de modo que te permita tener una postura completamente ergonómica.
Cuidar todos estos elementos no solo beneficia nuestra salud, sino también nuestra productividad. Está comprobado que cuando una persona se siente cómoda y no tiene molestias físicas mientras trabaja, maneja mucho mejor el estrés, tiene una mejor actitud y, por ende, genera mejores resultados.
Por esta razón, es sumamente importante contar con mobiliario ergonómico dentro de nuestros espacios de trabajo, tanto en nuestra casa como en nuestra oficina.
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