Antes de comenzar a profundizar el tema de este blog, es necesario entender que más que los espacios de trabajo, lo que se ha visto inmerso en una serie de cambios en los últimos años es la cultura organizacional de las empresas.
Hoy nos encontramos con una dinámica totalmente diferente en la que vemos esquemas de trabajo flexibles, eficientes, interactivos, multidisciplinarios, libres de estructura de género, entre otras características.
Sin embargo, estos cambios en las culturas empresariales evidentemente han provocado que los espacios de trabajo también vayan evolucionando con el paso del tiempo, ya que éstos suelen adaptarse para transmitir el tipo de cultura que se vive en una compañía.
Por ello, es de suma importancia que tu inmueble sea flexible al cambio; pues solo así podrás satisfacer las expectativas de las nuevas generaciones sobre el tipo de ambiente en el que buscan trabajar.
Está comprobado que a diferencia del profesional de hace 30 años, para las nuevas generaciones el ambiente laboral tiene mayor relevancia que el sueldo percibido. Los profesionales de hoy ante todo buscan que la cultura de trabajo de la empresa donde van a laborar sea empática con sus valores, ideales y expectativas; de lo contrario, pierden el interés de trabajar ahí o su productividad es muy baja.
Las nuevas generaciones simplemente dan por hecho que los espacios de trabajo les brindarán lo que están buscando. Asumen que las empresas están actualizadas en cuanto a las últimas tendencias de diseño corporativo, p. ej. espacios abiertos, colaborativos, iluminados naturalmente, ergonómicos, flexibles, etc.
En pocas palabras, esperan que el diseño de sus espacios de trabajo les provoque una sensación de bienestar y confort; y si una organización no cumple sus expectativas en este sentido, se sorprenden y deciden terminar la relación laboral.
Ya que en la actualidad existe una amplia oferta de trabajo que además continúa creciendo y evolucionando, uno de los principales retos para los CEO’s de hoy es encontrar la forma de destacarse entre los demás para atraer y retener al talento correcto.
Por esta razón, es fundamental que los CEO’s se mantengan “hipersensibles” a su modelo de gestión empresarial, entendiendo hacia dónde van las culturas de trabajo.
Deben asegurarse de que su modelo de gestión sea idóneo, afinado a resultados y, sobre todo, orientado a una cultura de capital humano progresiva que resulte atractiva para las nuevas generaciones.
“Si un CEO no está sensible a que uno de los grandes ámbitos para atraer y retener talento de calidad es la cultura organizacional, está perdido.”
De esta forma, cuando llegue el momento de emprender un proyecto de interiores corporativos, ya sea por mudanza o remodelación de oficinas, sin duda la adecuación de sus espacios de trabajo será un éxito por considerar como prioritario a su capital humano.
Si un CEO no busca adaptar sus espacios de trabajo para satisfacer las demandas de las nuevas generaciones, corre el riesgo de que su compañía se vuelva irrelevante y... desaparezca.
Los CEO’s deben buscar la manera de concientizar al personal de que todos forman parte de un mismo equipo. No se trata de crear dos ambientes diferentes, sino deben desarrollar una cultura incluyente que fomente la integración.
Los mayores deben adaptarse a los nuevos estilos de trabajo, pero los jóvenes también deben incluir a las generaciones anteriores dentro de su estructura organizacional.
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