Si bien es cierto que el home office ha existido desde hace ya varios años, hoy nos encontramos con que esta modalidad de trabajo representa un mundo de oportunidades para el futuro empresarial.
En los últimos años, los avances tecnológicos y el cambio de enfoque para medir la productividad de los empleados de la típica “hora-hombre” a uno basado en resultados, nos han permitido explotar el gran potencial que tiene el home office.
Lo que sucede hoy con la pandemia es que al tener que plantear diferentes escenarios y soluciones, nos ha llevado a entender que, de hecho, el home office puede funcionar como mecánica de trabajo principal en una organización.
De acuerdo con Guillermo Bracciaforte —cofundador de Workana—, el home office tuvo una aceleración de cinco años en tan solo un mes, dejando claro que la oficina no es el único lugar donde los colaboradores pueden ser productivos.
Sin embargo, aunque es tiempo de que los CEOs replanteen el modelo operativo de su organización para sobrevivir a la era “post COVID-19”, es fundamental analizar qué actividades seguirán siendo imprescindibles de realizar en la oficina por temas de control o de estrategia y qué actividades podrán permanecer siendo ejecutadas de manera remota.
¿Qué implicaciones genera esto en el diseño corporativo?
Aunque en efecto muchas compañías aprovecharán la oportunidad para reducir sus m2 de oficinas y así disminuir gastos, es muy importante entender que el diseño corporativo en realidad no tiene que estar basado en la densidad de personas que ocupan u ocuparán el inmueble, sino en la cultura de la empresa.
Hoy por hoy el diseño de la cultura organizacional a través de preguntas como ¿cuál es la visión de la empresa?, ¿quiénes son los que producen en la cadena de valor? y ¿cuál es la estructura financiera? antecede al diseño del espacio corporativo.
Evidentemente, cada empresa tiene necesidades y objetivos diferentes, por lo que, para crear espacios corporativos ad hoc a su cultura y esquema de trabajo, su diseño no debe planificarse desde el lado arquitectónico exclusivamente, sino desde el lado empresarial-intelectual-emocional para que después se empalme con la arquitectura, las ingenierías y demás, y se logre una visión holística del espacio.
En GAYA, precisamente ese es el enfoque que tenemos para desarrollar los espacios corporativos de nuestros clientes. Buscamos optimizar la inversión en su proyecto de oficinas al brindarles un servicio integral en el que:
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